Mitos sobre el cerebro que quizás creas

Mitos sobre el cerebro que quizás creas

Mitos sobre el cerebro que quizás creas

El cerebro es uno de los órganos más fascinantes del cuerpo humano. Controla nuestro sistema nervioso y nos mantiene caminando, hablando, respirando y pensando, gracias a sus 100 mil millones de neuronas. Si lo meditas un segundo, verás cómo hay varias disciplinas encargadas de su estudio. Está la neurología que trata desordenes físicos del cerebro, la psicología que se encarda de los procesos mentales y el comportamiento y la psiquiatría que trata las enfermedades mentales y los desórdenes. 

Las tres tienen orígenes lejanos en la historia, pero a pesar de la dedicación a su estudio estamos lejos de comprenderlo cabalmente. Por eso no es de sorprenderse que existan tantos mitos a su alrededor. En nuestro afán por saber sobre algo tan complejo, lo resumimos y la verdad se difumina. 

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Su color

Los cerebros que has visto hasta ahora tienden a ser blancuzcos, amarillentos o grises cuando están muertos y flotando en frascos con formol. Pero el que está adentro de tu cabeza leyendo estas líneas es de otro color: blanco, negro y rojo. A pesar de que la mayor parte del cerebro está compuesto de “materia gris” también tiene materia blanca, que comprime las fibras nerviosas que conectan la materia. 

La substantia nigra en latín, se refiere a la neuromelanina, un tipo especializado del mismo pigmento que colorea a la piel y el pelo y que forma parte de ganglios basales. Por último el rojo se debe a los múltiples vasos sanguíneos en el cerebro. 


La música

Verdad

La idea de que la exposición a grandes obras de arte ayuda al desarrollo cognitivo es bastante extendida. Tan es así, que Baby Einstein, una compañía que hace videos y compilaciones de música para bebés, es una franquicia que vale millones. Todos queremos el llamado “efecto Mozart” pero ¿qué tanto es cierto? 

El doctor Albert Tomatis declaró en los años 50 que la música de Mozart había ayudado satisfactoriamente a personas con problemas de lenguaje y auditivos. En los años 90, 36 estudiantes de la Universidad de California escucharon 10 minutos de una sonata de Mozart antes de tomar una prueba de IQ. De acuerdo al Dr. Gordon Shaw, las calificaciones de los alumnos subieron hasta por 8 puntos. El mito había nacido. 

Sin embargo, la Universidad de California de Irvine ha generado polémica entre la comunidad científica. El Dr. Frances Rauscher, involucrado en el estudio, dijo que el estudio nunca aseguró haber hecho a nadie más inteligente, solamente incrementó su rendimiento en ciertas tareas espacial-temporales. 

Otros científicos que intentaron repetir el resultado, fallaron en el intento y por lo pronto no existe evidencia que pruebe que escuchar a Mozart o cualquier autor de música clásica te haga más inteligente. 


Mensajes subliminales 

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Todos medio lo sabemos, las corporaciones, el gobierno y los medios envían mensajes subliminales por medio de imágenes o sonido que entrará a nuestro inconsciente y dictará nuestro comportamiento. James Vicary, un investigador de mercados en 1957, fue el primero en hablar del término. Vicary aseguró que había insertado un mensaje en la proyección de una película en New Jersey, este, que apareció por 1/3000 de segundo –y nadie se dio cuenta- invitaba a la audiencia a tomar Coca Cola y comer palomitas. 

De acuerdo al investigador de mercados, la venta de Coca se incrementó un 18% y las palomitas más del 57% lo cual demostraba que los mensajes subliminales funcionan. Entonces se publicaron libros desde los años 50 hasta principios de los 70 de como los anunciantes podían usar técnicas como las de Vicary para convencer a los consumidores de comprar sus productos. 

Algunos anunciantes probaron la fórmula, que pronto fue prohibido tanto por medios como por las autoridades. ¿Pero, funcionaban los anuncios subliminales? Resulta que Vicary mintió sobre los resultados de su estudio, lo cual se comprobó en estudios posteriores. El mensaje “call now” se transmitió por la televisión canadiense sin ningún efecto años después. 


Su tamaño


Aunque la definición de “inteligente” es complicada, en algo estamos todos de acuerdo: los humanos somos el animal más inteligente de todos. Además, tenemos el cerebro más grande del reino, lo cual por lógica, significa que mientras más grande, mayor capacidad ¿cierto? No del todo. 

El cerebro de un adulto humano promedio pesa alrededor de 1, 361 gramos, similar al de un delfín. Este último se considera uno de los animales más inteligentes. Pero un cachalote, que no es considerado tan brillante tiene un cerebro de 7,800 gramos. El de un perro Beagle pesa unos 72 gramos y el del orangután 370, ambos son bastante inteligentes aunque sus cerebros sean pequeños. 

La relación entre el tamaño del cerebro y la inteligencia no tiene tanto qué ver con el peso del cerebro, sino con la relación de peso cerebral y el peso total del cuerpo. Para los humanos es de 1-50, para la mayoría de los mamíferos 1 a 80 y para los pájaros 1 a 220. El cerebro representa un peso mayor para el cuerpo que cualquier otro animal. 

Aunque también tiene que ver con la corteza cerebral, al contrario de los peces, reptiles y pájaros. El cerebelo de los mamíferos guarda los hemisferios cerebrales responsables de funciones más complejas como la memoria, comunicación y pensamientos. Los humanos tienen la corteza más grande de los animales, relativo al tamaño de su cerebro. 


Daño cerebral


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El daño cerebral es aterrador, fascinante y misterioso. Puede provocarlo desde una infección hasta un accidente de coche y lo que significa esencialmente es la muerte de células cerebrales. Esto puede provocar pérdida de ciertas actividades e incluso estados vegetativos, pero no es siempre el caso. 

Cómo afectará a las personas el daño cerebral depende de diferentes factores, entre ellos la gravedad y su localización. Un problema leve como una concusión, ocurre generalmente cuando el cerebro rebota dentro del cráneo, lo que resulta en derrames y desgarres. El cerebro puede recuperarse ejemplarmente bien, la mayoría de quienes pasan por un problema similar, no tienen problemas de discapacidad permanente. 

Del otro lado de la moneda, una herida grave significa que el cerebro sufrió mucho daño. Esto a veces requiere de cirugía para aliviar la presión de la sangre acumulada, que aun así, es probable que termine en daños irreversibles. 

¿Qué pasa cuando están a la mitad? Pues algunos pasan por discapacidades momentáneas y se recuperan parcialmente. Si las neuronas se dañas o pierden no pueden volver a crecer, pero la sinapsis, es decir la conexión entre ellas, sí puede. Entonces se crean nuevas conexiones entre ellas, incluso entre áreas sin asociación previa que permiten al paciente re aprender a hacer ciertas cosas. 

Soy un chico que le encanta el mundo de los videojuegos e intento explorarlo al maximo Google

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